Desde que decidimos participar en este proyecto nos dedicamos a entender de la mejor manera el paisaje del Desierto, ya que venimos de un país tropical donde la abundancia natural es su condición predominante, y en el caso del desierto es totalmente opuesto, condición que lo hace interesante y especial, aventurándonos a asumir nuevos retos en el diseño del paisaje.
Sobre un área de 8.70 Ha, el concepto se basa en realzar los valores paisajísticos más representativos de los desiertos de Argentina. El proyecto del Jardín Xerófilo se ubica dentro del desierto de Dunas intentando darle la forma de un oasis logrando tener las mejores vistas sobre las colinas de arena. El recorrido comienza en el Desierto de San Juan donde se destacan elementos fósiles característicos de la zona; luego se continua al Jardín de Flores para finalmente llegar al Centro de Investigación y Educación. Esta edificación se plantea como un volumen abierto hacia el eje central que organiza todo el paisaje del desierto, con el fin de reflejar sobre paneles paralelos imagenes de los distintos desiertos desarrollados en la propuesta.
En el resto del recorrido se encuentran los paisajes de Las Salinas Grandes o Desierto Blanco, que está entre los lugares más salvajes y hermosos del mundo; el Valle de la Luna Jujuy, paisaje de extrema aridez el cual representa una infinidad de tonalidades; La Payunia o Desierto Negro, área volcánica donde el paisaje se define por el color de las piedras de lava fragmentada de los volcanes que tiñen de negro la inmensidad del paisaje y contrastan con el amarillo de la vegetación; La Puna o Desierto Puneño, uno de los escenarios con condiciones más extremas en el planeta, tan extremas que los investigadores aseguran que no existe lugar en la Tierra similar a éste y lo comparan con el paisaje de Marte; y el Desierto Cuyano, paisaje de una inmensidad árida y desolada, donde el silencio compite con la majestuosidad de sus cielos.